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Los trabajadores formales del sector privado en Perú reciben el pago de sus utilidades. De acuerdo al cronograma de vencimiento para la declaración del 2022 emitido por SUNAT, el pago extraordinario se realizará entre el 27 de marzo y el 11 de mayo del 2023, dependiendo del último número del Registro Único de Contribuyentes (RUC).

¿Cómo calcular las utilidades?

El monto de las utilidades recibidas dependerá del porcentaje de la renta neta obtenida durante el año por la empresa, y del sueldo del trabajador, calculado en función del tiempo de servicio. Esta renta será distribuida entre todos los trabajadores de la empresa, incluso aquellos que trabajan medio tiempo o que ya se han retirado.

¿Cómo recibir las utilidades?

Las utilidades se recibirán a través de la cuenta de nómina, por lo que no se requiere de ninguna gestión adicional para el cobro. Si la empresa no cumple con el depósito, se puede presentar una queja ante SUNAFIL para que se apliquen las sanciones correspondientes a la empresa por incumplimiento de la Ley.

¿Cómo invertir las utilidades?

1.- Abrir un depósito a plazo fijo.

Una manera de obtener el mejor provecho de las utilidades es invertirlas en un depósito a plazo fijo. Es importante recordar que estas son cantidades adicionales, por lo que puedes optar por colocarlas y obtener ganancias a largo plazo.

2.- Cancelar deudas y mejorar tu historial crediticio.

Si tienes deudas pendientes, como tarjetas de crédito o préstamos personales, una buena opción es utilizar las utilidades para su cancelación y así ahorrar en intereses futuros. Además, esto te ayudará a mantener un buen perfil ante las entidades financieras, demostrando un buen historial de pago.

3.- Inversión en un patrimonio.

Si estás pensando en adquirir un inmueble o un vehículo, el dinero que recibes como utilidades podría serte útil para terminar de pagar el anticipo o incluso cubrirlo en su totalidad.

No obstante, ten en cuenta que no necesariamente debes elegir entre una opción u otra. Es posible que distribuyas tu capital de manera que destines un porcentaje para el gasto, por ejemplo el 20%, destines un 50% a pagar tus deudas y los restantes 30% los ahorres. La elección dependerá de los objetivos que tengas definidos en ese momento de tu vida.